Dar el sí quiero a 2.000 metros de altura: ¿por qué no?

Si dar el sí quiero y aceptar la pedida de mano podría convertirse en el momento más importante en la vida de una persona, hacerlo a 2.000 metros de altura y justo antes de saltar en paracaídas tiene que ser apoteósico. Nikolai pidió que su novia, Elina, se casase con él. Y ambos son aficionados las emociones fuertes.
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Uno de los amigos de Nikolai grabó el momento en el que pedía en mano a Elina. Incluso el momento en el que introducía el anillo en la mano de su novia. ¡Sí quiero! Y todo justo antes de saltar.

Elina no se lo esperaba, a juzgar por su cara. Su novio también podría haber optado por un volcán.

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