En cuanto abrió los ojos, Tina Hines pidió un bolígrafo y un papel, tomó el cuaderno e inmediatamente garabateó un mensaje: "Es real" ("It's real"). Afirma que vio el cielo después de su paro cardíaco, y cuando sus seres queridos le preguntaron a qué se refería la nota, ella hizo un movimiento de cabeza hacia arriba.
En total, tuvo que ser resucitada seis veces antes de llegar al hospital. Durante 27 minutos estuvo efectivamente muerta.
Al describir lo que vio, Tina dijo: "Era tan real, los colores eran tan vibrantes". Según sus palabras, pudo ver una figura que cree que era Jesús parado frente a unas puertas negras, con una luz amarilla brillante detrás.
Su sobrina Madie Johnson estaba tan conmovida por la historia que se tatuó una copia del mensaje casi ilegible en su muñeca para recordar siempre esta historia como confirmación de sus creencias.
Madie escribió en su Instagram: "Su historia es demasiado real para no compartirla y me ha dado una confianza más fuerte en una fe que tan a menudo pasa desapercibida. Me ha dado una tangibilidad a una esperanza eterna que no está muy lejos".