En Tiflis, los representantes de la oposición, junto con los manifestantes, están tratando de entrar por la fuerza en el edificio del Parlamento, según informa un canal de televisión local de Georgia.
Según el canal, los manifestantes están exigiendo la renuncia de los miembros del gobierno, la policía los está reteniendo, hay peleas entre los manifestantes y la policía.
Casi 70 personas acudieron a centros médicos después de las protestas en el centro de la capital georgiana, comunicó el exministro de Sanidad de Georgia, David Sergeenko.
"Treinta manifestantes y treinta y ocho agentes de seguridad solicitaron atención médica", dijo Sergeenko al agregar que no tienen heridas graves.
La policía utilizó gas lacrimógeno y pelotas de goma para dispersar a manifestantes en el centro de la capital georgiana, Tiflis, comunicó la empresa televisiva Rustavi 2.
También se informó que un periodista del canal 1 TV de la televisión georgiana resultó herido por una bala de goma.
"A pesar de las acciones de las fuerzas especiales, algunos manifestantes todavía se encuentran frente al edificio del Parlamento", dice el medio.
Al mismo tiempo, la cadena 1 TV comunicó que los estudiantes realizan una acción de protesta frente al edificio de la antigua embajada rusa en Georgia.
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Por su parte, el ministro del Interior de Georgia, Gueorgui Gajaria, declaró que está dispuesto a dimitir si fuese necesario.
"Ningún problema, dimitiré si es necesario", dijo Gajaria a los periodistas.
Tiflis acogió el 20 de junio una sesión de la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia, organización internacional que une a los organismos legislativos de los países ortodoxos.
Tras declarar inaugurada la sesión matutina de la conferencia convocada en la sala de las reuniones plenarias del Parlamento de Georgia, Gavrílov se sentó en el sillón del presidente del Legislativo, lo que disgustó a los diputados opositores del Movimiento Nacional Unido y Georgia Europea, que abandonaron la sala.
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En la sede del Parlamento irrumpieron unos elementos extremistas que echaron agua a Gavrílov e intentaron quitarle documentos.