La noticia fue publicada por el mismo presidente en su cuenta de Twitter, donde se refirió al déficit comercial con su vecino y el enriquecimiento que ha logrado a costa de su nación.
Desde México las respuestas no se hicieron esperar. El presidente Andrés Manuel López Obrador apuntó que su país no merece ese tratamiento, pero "no responderá de forma desesperada". El mandatario agregó que espera una solución y que envió a Washington al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para mostrarle a su homólogo pruebas de que el país está trabajando respecto a la inmigración.
De acuerdo a la economista mexicana Paulina Contreras, esta es la amenaza más grande que ha tenido su país en materia de aranceles, pero aún hay que tener en cuenta que no pasa de una posibilidad sin confirmación.
"Hay que recordar que esta serie de medidas perjudica tanto a México como a los propios estadounidenses. Es muy probable que la propia industria americana sea la que abogue porque no se dé la aplicación de estos aranceles que significarían un golpe importante para ambas partes", dijo en diálogo con Sputnik.
Aún sin certeza, los efectos de los tuits fueron inmediatos y provocaron la devaluación de la moneda en más de 2,5% respecto al día anterior. Según la analista el porcentaje es considerable pero "relativamente bajo" si se observa respecto al último año, caracterizado por fluctuaciones generadas por las negociaciones del TMEC. En cambio, algunas otras consecuencias son esperables si el gravamen se confirma.
"Se espera es que esto repercuta en una pausa en las inversiones por parte del sector privado en nuestro país, porque esto le genera incertidumbre a este sector que tendrá que ver cómo se desarrollan las medidas. Además perjudica lo que se venía trabajando en cuanto a la ratificación del TMEC”, analizó.
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El paso del TLCAN al TMEC tuvo fuertes consecuencias en México, que vio afectada su industria y su moneda. El país incluso fue objeto de una reforma laboral 'exprés' que niveló el mercado laboral mexicano hacia los requerimientos estadounidenses, por lo que una detención en el proceso de ratificación continuaría un proceso de pérdidas que lleva meses.
"Es complicado anticiparse y viendo el comportamiento en otras ocasiones podríamos pensar que se trata tan sólo de una amenaza. Sin embargo, no se puede desestimar cualquier acción o comentario por parte del presidente de EEUU. Hoy, por lo pronto, nos mantiene en vilo en materia comercial a México y en general a los mercados alrededor del mundo", concluyó Contreras.