El Palacio de Peterhof, famoso por sus fuentes y jardines, fue construido en el siglo XVIII y solía ser la casa de campo del primer emperador ruso Pedro el Grande. Antes de la revolución de 1917, los miembros de la familia real rusa y la nobleza capitalina venían a descansar a Peterhof.
Sin embargo, en 1918, se transformó en un museo. En la época de la Gran Guerra Patria, las tropas de Hitler ocuparon Peterhof por tres largos años. Los nazis quemaron y volaron los palacios, además de talar árboles centenarios y saquear alrededor de 30.000 obras de arte.
Cabe señalar que la mítica fuente 'Sansón y el león' nunca apareció, de modo que fue reemplazada por una copia.
Hoy en día, el Palacio de Peterhof es el museo más visitado de Rusia. Además, fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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