El estudio saca a la luz que existe la posibilidad de que la enfermedad puede ser determinada por el crecimiento del índice de masa corporal (IMC). Este índice estima la cantidad de grasa corporal y determina si un adulto tiene peso correcto para su estatura. Si el valor del IMC está por encima de 25, significa que uno tiene sobrepeso. El aumento del índice hasta 30 apunta a la obesidad.
También: Las personas obesas no disfrutan tanto comer como creías
Los investigadores llegaron a estas conclusiones al observar la relación entre los genes, la obesidad y el cáncer.
"Al examinar cómo la predisposición genética a la obesidad estaba relacionada con el cáncer, también pudimos explorar cómo otras personas que tienen sobrepeso por otras razones estaban en mayor riesgo", dijo el autor principal del estudio, el profesor asociado Stuart MacGregor.
Pero aquellos con disposición genética a tener sobrepeso aún tenían un riesgo más alto de desarrollar cánceres más agresivos que pueden llevar a la muerte, concluye.