Entre los síntomas mencionó el auge de partidos radicales y el que grandes fuerzas políticas no vean ninguna inconveniencia en pactar con ellos. Se destaca en este sentido el acercamiento entre el PSOE y la coalición independentista EH Bildu, cuyo coordinador general es Arnaldo Otegi, exmiembro de ETA.
Por esta razón, Pedro Sánchez fue acusado de preferir "las manos manchadas de sangre", un gesto que alienta el radicalismo en España, denunció José Vargas, al indicar que en toda España "se nota esta crispación, este desvarío y este odio" entre independentistas y constitucionalistas.
En este sentido, mencionó que, recientemente, un grupo de radicales realizaron una pintada a favor de ETA en la Iglesia del Santo Cristo Rey de la Sagrera, lugar en el que las víctimas del atentado de Hipercor celebran cada 19 de junio una misa en recuerdo de los fallecidos, algo que calificó como "una indignidad absoluta".
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