Aunque la producción de petróleo en EEUU está al alza, este crudo no puede ser una alternativa al que se extrae en Venezuela e Irán porque es más ligero y suave, informa la agencia Reuters.
Como resultado los refinadores europeos empezaron a competir para asegurarse el suministro de petróleo ruso de la marca Urals y ayudaron a elevar su precio a niveles jamás vistos desde 2013.
El aumento de la demanda permitió a Rusia recibir en marzo ingresos adicionales de 140 millones de dólares gracias a los suministros realizados por mar y a través de oleoductos.
La refinería STAR, con una potencia de 200.000 barriles diarios, que Azerbaiyán construye en Turquía será el nuevo suministrador del menguante crudo pesado.
"Se esperaba que el lanzamiento de STAR tuviera un serio impacto sobre el mercado de petróleo pero no sabíamos que la escasez de crudo pesado sería tan grande… los refinadores hacen cola para comprar el crudo pesado", declaró un comerciante a Reuters que prefirió mantener su anonimato.
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Otro interlocutor no identificado de la agencia destacó que todos los refinadores o quieren comprar Urals, o buscan alternativas porque esta marca "no será suficiente para todos".