"La seguridad es la base de lo que somos en Boeing, y garantizar un viaje seguro y confiable en nuestros aviones es un valor duradero y nuestro compromiso absoluto con todos", apuntó el máximo ejecutivo de Boeing en su mensaje a la comunidad aeronáutica.
Muilenburg señaló que la compañía, basándose en los datos del accidente del vuelo 610 de Lion Air y los datos emergentes de otros vuelo siniestrado, el 302 de Ethiopian Airlines, está tomando las medidas necesarias para garantizar completamente la seguridad del 737 MAX.
Dos catástrofes aparentemente similares en menos de seis meses —en el mar de Java y en Etiopía, con 189 y 157 muertos, respectivamente— provocaron una cascada de suspensiones por parte de aerolíneas y reguladores del transporte aéreo, dejando en tierra todos los 737 Max y provocando un desplome de las cotizaciones de Boeing en la bolsa.
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Expertos del sector conjeturan que el problema podría estar relacionado con el MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System), un sistema automatizado de control de vuelo que, en respuesta a los datos del sensor de ángulo de ataque, baja el morro del avión sin que sea necesario y provoca su entrada en barrena.