El vice primer ministro de China, Liu He, y el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, mantendrán el 20 de marzo otra conversación telefónica para tratar de solucionar los problemas existentes en las relaciones comerciales.
"Al hablar de concesiones, ya las hemos ofrecido. Están en la actual ley sobre inversiones extranjeras. Los expertos foráneos, incluidos los de EEUU, participaron en la preparación de esta ley y su opinión fue tomada en consideración durante su aprobación", aseveró.
El viceministro de comercio de China, Wang Shouwen, declaró la semana pasada que Washington y Pekín están elaborando opciones que les permitirán suspender los aranceles impuestos por ambos países.
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La escasa información sobre las negociaciones bilaterales apunta a que EEUU trata de reservarse el derecho de elevar los aranceles en el comercio con China. En Washington consideran que esta posibilidad ofrecerá una palanca de presión al país norteamericano. Esta herramienta ayudará a controlar el cumplimiento de cláusulas del futuro acuerdo por parte de China.
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Según Washington, el sector estatal de China daña supuestamente los intereses de EEUU y los de las empresas foráneas. Esta postura, de acuerdo con el analista, está en todos los documentos estadounidenses que regulan las relaciones de EEUU con China.
Las demandas acerca de la reducción del papel del Estado en la economía china ya han sido legitimadas en EEUU y los representantes de la Administración Trump apelarán a estos documentos durante sus negociaciones con China, opina Salítskii.
"China no se pondrá de acuerdo en reformar seria y fundamentalmente su política aplicada al ámbito de la economía interior bajo la presión extranjera. Eso se parece mucho a una seria incursión en la economía china. Es un tipo de línea roja que existe en las negociaciones comerciales entre Pekín y Washington", concluyó.