Detrás de la figura de Maurer en realidad se encontraban los bromistas telefónicos rusos conocidos como Vovan (Vladímir Kuznetsov) y Lexus (Alexéi Stoliarov). Ellos se comunicaron con el representante especial estadounidense para Venezuela para informarle que en el ficticio banco suizo Limpopó se esconden cuentas de funcionarios venezolanos cercanos al presidente Maduro.