Polonia, que acababa de unirse a la OTAN, introdujo un gran número de aviones soviéticos en la Alianza, en particular, los MiG-29.
Comparado con el F-15, al que Razer estaba acostumbrado, el MiG-29 era "altamente maniobrable cuando se necesitaba, pero parecían usar mucho combustible para hacerlo posible".
Al mismo tiempo, Razer notó que el estilo soviético suponía que "los controladores aéreos tuvieran casi tanto control como los pilotos".
Además, el militar estadounidense voló en el asiento trasero de un Su-22 polaco y describió el avión como "musculoso" pero poco sofisticado. Los pilotos de Sukhoi, como los pilotos de MiG, dependían en gran medida de los controladores en tierra, señaló Razer.
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