Según el documento, los cargos penales por dopaje implican multas de hasta un millón de dólares, así como el encarcelamiento por hasta 10 años. El proyecto de ley fue presentado a la Cámara de Representantes de Estados Unidos en diciembre de 2018.
Por lo tanto, están bajo peligro todas las competiciones con la participación de atletas estadounidenses, así como los torneos, cuyos organizadores reciben patrocinio estadounidense o ganancias por la venta de los derechos a medios estadounidenses. Por lo tanto, aparte de los Juegos Olímpicos, casi todas las grandes competiciones internacionales se ven afectadas, subraya el periódico ruso Vzglyad.
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En este sentido, el jefe de la Comisión de la Duma sobre Cultura Física, Deporte, Turismo y Asuntos de la Juventud, Mijaíl Degtiarév, planteó si vale la pena realizar torneos importantes en EEUU si cualquier deportista puede estar sujeto a un proceso penal en ese país.
"Si una persona alguna vez en su vida fue sancionada por dopaje, cuando llegue a Estados Unidos puede ser arrestada", explica Svetlana Zhúrova, diputada de la Duma de Rusia y campeona olímpica en patinaje.
Según esta lógica, EEUU debe arrestar a todos los que hayan sido descalificados, agregó Zhúrova.
Sin embargo, las acusaciones contra Rusia no fueron probadas. A pesar de esto, el equipo ruso se vio obligado a actuar en los Juegos Olímpicos de 2018 bajo una bandera neutral. Muchos atletas fueron excluidos de participar en competiciones por los próximos años y sus carreras se arruinaron.
Recientemente, el escándalo había comenzado a disminuir. El 22 de enero la WADA había decidido no sancionar a la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada).
El Congreso de EEUU no oculta el hecho de que, ante todo, pretenden perseguir a los atletas rusos. Según lo declarado por uno de los autores del proyecto de ley, el senador Sheldon Whitehouse, "el comportamiento indigno de las autoridades corruptas rusas requiere rigor".
Según Whitehouse, "ha llegado el momento de castigar a Rusia con multas graves por su engaño. Si respondemos con algo menos que esta ley, será percibido como un estímulo", dijo Whitehouse y agregó que la respuesta de la WADA y el Comité Olímpico Internacional (COI) está por detrás de las "medidas necesarias".
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Degtiarév señaló que Estados Unidos quiere, por lo tanto, reemplazar una autoridad internacional.
"EEUU está nuevamente tratando de ser un gendarme mundial. Sabemos cómo Occidente puede investigar cualquier cosa. Este es su método de presión sobre los países y las instituciones internacionales", dijo el parlamentario ruso.
Zhúrova también destacó el avasallamiento estadounidense a las instituciones internacionales. Según la parlamentaria, este proyecto de ley da a entender que EEUU ya no confía en la WADA y ve la necesidad de cambiar todo el sistema.
Hasta el propio COI señaló que el intento de Estados Unidos de extender su código penal a "atletas de los 206 comités olímpicos nacionales" es peligroso.