Originalmente, la historia fue publicada por Express y luego apareció en Daily Mail. El autor del artículo de Express, Marco Giannangeli, asegura que el submarino ruso estaba patrullando al norte de las islas noruegas de Svalbard y Jan Mayen cuando emergió a través de un hielo espeso para tirar bolsas de basura.
"Su tripulación no tenía idea de que habían sido descubiertos por un oso polar que se abrió paso hasta la cubierta de la carcasa del submarino mientras buscaba más bolsas de basura, a los 120 marineros del barco les ordenaron permanecer debajo de la cubierta", escribe Giannangeli, sin citar sus fuentes. De dónde sacó la información secreta sobre la tripulación de un buque militar ruso y sus conversaciones, sigue siendo desconocido.
Ya que la Defensa rusa todavía no ha comentado las polémicas fotos británicas, Sputnik solamente ha conseguido encontrar pruebas de que la historia contada por Giannangeli no es nada único. Este es el vídeo de 2009, mientras que la foto principal de nuestro artículo muestra un incidente con el submarino estadounidense en Honolulú.
Seguro que en 2003 los medios británicos no acusaron por este motivo a la Flota de EEUU de ensuciar el planeta.