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Guerra comercial: la mayor amenaza de 2019

Los presidentes Donald Trump y Xi Xinping fumaron la pipa de la paz en la cumbre del G20 en diciembre en Buenos Aires, pero de las buenas intenciones no quedaron ni los rastros.
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La detención de la ejecutiva de Huawei Meng Wanzhou el pasado 1 de diciembre en Canadá y la medidas de respuesta de China son apenas pases de esgrima en la larga batalla que se avecina.

Para el analista internacional y experto en China Sergio Rodríguez Gelfenstein, nadie va a quedar a salvo: "El FMI anunció que en caso de mantenerse la guerra comercial, se va a una baja en el crecimiento de la economía mundial, y ya está haciendo pronósticos a la baja. O sea que, finalmente, todos vamos a ser afectados, porque es una reacción en cadena".

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América Latina no se puede poner contenta, porque "si bajan las importaciones [desde China], las exportaciones [hacia China] bajan", y si bien algunos países se pueden ver favorecidos en términos coyunturales por vender más granos, al ser una región productora de materias primas, a la larga se va a ver perjudicada por la caída en la economía mundial, estimó Rodríguez Gelfenstein.

Para el experto, la política interior de Estados Unidos influye mucho en estos vaivenes comerciales: "Si en las elecciones de medio término del 6 de noviembre Trump recibía un apoyo total, su política exterior iba a estar marcada por eso, pero como no lo recibió, se vio obligado a hacer algunos ajustes, porque su objetivo fundamental es reelegirse en 2020".

"Hubo una tregua, pero duró muy poco, a pesar de que siguen negociando y de que China ha hecho algunas concesiones respecto de la importación de vehículos de EEUU a los que ya les bajó los aranceles, se mantienen negociando bajo la lógica de Trump, que es la amenaza permanente", agregó.

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En cuanto a la detención de la ejecutiva de Huawei en Canadá a pedido de Washington, Rodríguez Gelfenstein cree que se trata más bien de una "lógica de guerra tecnológica, que también tiene una presencia muy importante en esta confrontación".
Los vaivenes en este tira y afloje comercial transmiten inestabilidad al resto del mundo, y terminan perjudicando también a Estados Unidos, opinó el especialista.

"Lo que han mostrado estos primeros meses de guerra comercial, es que afecta más a EEUU que ha China, porque no se puede medir sólo en términos cuantitativos sino cualitativos: lo que China exporta a EEUU es tecnología de punta, componentes para instrumental de alto nivel, mientras que lo que exporta EEUU a China son alimentos o electrodomésticos, instrumentos que pueden ser sustituibles en un plazo determinado".

Por eso, en términos de la calidad de la confrontación, el resultado "está siendo más favorable para China". Además, el país norteamericano avanza hacia un 2019 con alta inflación, que de mantenerse puede llevar a una recesión, algo muy malo para Trump en un año preelectoral.

En cuanto a las amenazas del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, el experto destacó que hay que diferenciar la retórica de las medidas de Gobierno. "Hace un mes hubo declaraciones muy fuertes de que Brasil se retiraría del bloque Brics y Bolsonaro respondió yendo a la residencia del embajador chino en Brasilia y dando seguridades de que el país se mantendría en el bloque y que deseaba mantener relaciones del más alto nivel con China".

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El hecho de que China sea principal socio comercial de Brasil hace que "no se pueda desprender de él de un momento a otro", porque "provocaría un desbalance enorme", ya que "hay importantes sectores industriales que tienen excelentes relaciones con China y no van a permitir que se vean afectados sus intereses sin que ocurra un cisma importante".

Por eso, "una cosa es la retórica y otra es lo que hace en el Gobierno", concluyó. 

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