Aunque al ver la imagen por primera vez parece que el animalito acaba de despertar en la primavera para abandonar la hibernación con toda esta carga en la espalda, realmente es al revés. Los zoólogos hicieron la foto durante el otoño cuando la protagonista abandonó un lago cuya tierra fangosa se había secado.
La tortuga pesa unos seis kilos, mientras que su carga mide 25 centímetros de alto y pesa ocho kilos. Sin embargo, ella comenzó su viaje hacia su 'cama invernal' sin signos evidentes de esfuerzo adicional, subraya LiveScience.
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