La causa de su desolación ha sido la muerte de su madre. Ovidiu Hategan se enteró de esta noticia en el entretiempo del partido que fue disputado en la ciudad alemana de Gelsenkirchen.
"De todas formas, juntó sus fuerzas y continuó arbitrando hasta el final. De parte de #DieMannschaft le enviamos nuestras condolencias a Ovidiu y toda su familia", escribió la selección alemana en su cuenta oficial en Twitter.
Cuando Hategan empezó a llorar el defensa holandés Virgil van Dijk trató de consolarlo.
"Le di mi apoyo y le dije que había arbitrado bien. No fue gran cosa, pero espero que le haya ayudado", declaró el futbolista.
Una vez acabado el encuentro, la Federación Alemana de fútbol ayudó al árbitro rumano a regresar a casa lo antes posible.