El infierno en el paraíso: los estragos de los incendios en California

Un helicóptero sofoca un incendio en Malibú (California).

Un bombero lleva a cuestas una manguera para apagar el incendio en Malibú.

El incendio que se está comiendo Malibú comenzó el 8 de noviembre en Thousand Oaks y en el peor momento: la localidad se estaba recuperando de una matanza a tiros en un bar en la que murieron 12 personas. En la imagen, una vecina de Malibú escapa de las llamas.

California es el hogar de muchos famosos. Algunos, como Kim Kardashian, Alyssa Milano o Guillermo del Toro han tenido, también, que abandonar sus casas para no ser devorados por el fuego de Santa Mónica.

Los incendios han obligado a evacuar toda la localidad de Malibú.

En menos de un día, los incendios han arrasado 14.000 hectáreas de montañas en Santa Mónica, una de las zonas más lujosas de Los Ángeles.

Un bombero lanza agua a presión contra una palmera en Malibú.

Al norte de California uno de los incendios se cobró la vida de nueve personas y destruyó 36.000 hectáreas de la localidad de Paradise, a unos 160 kilómetros de Sacramento.

Los incendios son frecuentes en California desde finales de 2017. Los expertos los atribuyen a una larga sequía.

Mark Ghilarducci, el director de la oficina de emergencia del Gobierno del estado de California, ha calificado la oleada de incendios de "increíble y desgarradora".

El incendio más devastador ha sido bautizado como Woolsey.

Una mujer se lamenta en Malibú (California) por los destrozos de los incendios.