La pareja asistió a una recepción y cena de bienvenida en Tonga, donde la duquesa vistió un impecable vestido blanco de manga corta que dejaba desnudos sus brazos. El público se dio cuenta de que los brazos parecían muy brillantes, como si estuvieran ligeramente húmedos.
Parece que la duquesa llevaba un repelente de insectos en la piel para protegerse de los mosquitos y es por una muy buena razón. Meghan está tomando precauciones contra el virus Zika. En Tonga y Fiyi existe el riesgo de contraerlo.
Generalmente usa ropa de manga larga para defenderse de los insectos y ha evitado ir a áreas donde corre un mayor riesgo de contraer el virus. La enfermedad puede causar defectos de nacimiento graves, incluida la microcefalia.
Por ejemplo, no asistió a la visita al sitio de bosque Colo-i-Suva ni al monumento a la Guerra de Fiyi en Suva. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a Tonga como un área de riesgo de categoría 1 para el virus.