"A fin de cuentas el programa puede ser visto por muchos como un intento de creación de agentes y medios biológicos para usarlos como portadores hasta los objetivos enemigos, lo cual, de ser cierto, constituiría una violación de la Convención sobre armas biológicas", indica el informe.
El objetivo oficial de los experimentos consiste en la redacción "horizontal" de los cromosomas de plantas que producirían los virus que transmitirían los insectos.
Los autores del informe afirman que este proyecto tendría graves efectos biológicos, económicos y sociales que afectarían el medio ambiente.
Además, los científicos dudan que el proyecto pueda reportar un beneficio práctico a la agricultura estadounidense.
Además: "No quiero asustar a nadie, pero el bioterrorismo es un problema acuciante"
Según la revista, en este programa, en desarrollo desde 2016, ya se han gastado 27 millones de dólares.