Según el modelo estándar de la física de partículas, la existencia de estos componentes es imposible.
No obstante, fue en 2006 cuando el detector ANITA registró una partícula de alta energía (unos 0,6 exaelectronvoltios) que salió desde dentro de la Tierra con un ángulo de 27 grados. El peculiar ángulo indicaba que la partícula atravesó el globo terrestre sin contactar con ningún obstáculo.
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Según las perspectivas de la física, la existencia de una partícula parecida es imposible.
El estado de las cosas apenas cambiaría si no fuera por el detector IceCube, cuyos sensores están instalados en lo profundo de los hielos antárticos. Hace poco que el dispositivo detectó tres partículas extrañas, cuyo comportamiento seguía exactamente la misma pauta que los hallazgos de ANITA.
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Ambos detectores tienen construcciones y métodos de análisis diferentes, por lo tanto no puede tratarse de una pura coincidencia.
Según una de las hipótesis, el fenómeno podría encajar en una extensión del modelo estándar que se refiere al fenómeno de supersimetría, la simetría hipotética que podría relacionar las propiedades de los bosones y los fermiones.
Hasta ahora, los investigadores todavía no han observado ninguna compañera supersimétrica, por lo tanto el fenómeno de supersimetría sigue siendo una hipótesis.
Los autores del reciente estudio sugieren que las partículas raras, descubiertas recientemente, podrían ser los hipotéticos compañeros de los tau neutrinos. En caso de que esta hipótesis se pruebe, se convertiría en una teoría confirmada y constituiría un complemento del modelo estándar.
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