En Argentina, la experiencia de una actriz que contó estar en una relación poliamorosa, abrió el debate sobre estos vínculos afectivos. La posibilidad de tener una pareja no monogámica sigue siendo tabú para nuestra sociedad judeo cristiana, estructurada sobre el núcleo familiar padre y madre.
"En realidad es una nueva forma de enfocar las relaciones. Es una manera de vincularse en la que las personas que forman parte de la pareja o el grupo ponen las limitaciones donde ellos creen convenientes", señaló a Sputnik Jara Pérez, psicóloga española, especializada en psicoterapia sistémica familiar.
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De todas maneras, las parejas poliamorosas no aseguran que no existan problemas, un ejemplo son los celos, debido a que esta actitud está relacionada con las inseguridades de las personas, y no con el formato afectivo.
"Para mí el aspecto negativo es que es algo que no se charla y que no se ve. Entonces cuando vos querés hablar de estas cosas es muy difícil encontrar a alguien que te comprenda", reflexionó Cecilia Figlioli, socióloga argentina, quien conformó junto a otras personas el espacio relacionesabiertas.org
En Argentina el colectivo relacionesabiertas.org se creó con el objetivo de formar una comunidad que les permita a quienes eligen esta forma de vida no se sentirse solos.
Incluso buscan generar una red de apoyo con sicólogos y abogados que los orienten.