El periodista observa que el consorcio militar estadounidense Orbital ATK —actualmente forma parte de Northrop Grumman— celebró un acuerdo con la empresa rusa Energomash para la compra de cuatro motores de cohete rusos, sin los cuales no podrían llevar su carga a la Estación Espacial Internacional (EEI).
"Parece que el beneficio comercial superó a la política, puesto que el desarrollo de su propio motor le costaría a EEUU unos 3.000 millones de dólares", señala Ballin.
Además, según el periodista, Rusia y Estados Unidos están negociando la compra de armas ligeras rusas. Se trata de pistolas tipo Osa, que ya están en servicio de la policía del estado de Arizona. Ballin señala que el fabricante de estas armas, el consorcio Techmash, está bajo las sanciones europeas, pero que las compañías estadounidenses pueden cooperar con esta empresa.
Cualquier empresa que quiera ganar dinero intentará eludir las sanciones, opina, por su parte, el presidente del Centro de estudios sociales y políticos Aspekt, Gueorgui Fiódorov, entrevistado por Sputnik.
"Ya lo hemos visto en el caso de algunas empresas europeas, y está claro que las empresas estadounidenses están haciendo lo mismo", comenta el experto.
Además: "Levantamiento de las sanciones antirrusas respondería a los intereses de la UE"
Según Fiódorov, es otro motivo para ejercer presión a EEUU en relación con las sanciones.
"Sin embargo, Estados Unidos tiene una influencia política tan seria en Europa que esto no va a pasar. Pero está claro que una parte de la elite económica europea tratará de eludir las sanciones, siempre que no la pillen", concluye Fiódorov.