En un estudio, publicado en la revista Physical Review D, los científicos de las universidades rusas, españolas y griegas afirman haber modelado una posible forma de destrucción del universo. Han sugerido un tipo de singularidad, donde la densidad de cualquier materia se vuelve finita y los conceptos de espacio y tiempo pierden su existencia.
Según los investigadores, esta es una especie de situación en la que el universo podría terminar con otra Gran Explosión. Sin embargo, también mencionan muchos otros escenarios bajo los cuales este tipo de singularidad no se desarrollaría.
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De todas maneras, la vida en la Tierra terminaría mucho antes. Según los investigadores, casi 60 millones de años antes del fin del universo, debido a una atracción gravitatoria de la singularidad, todas las materias existentes se convertirían en plasma al acercarse a un único punto de densidad de materia infinita, hasta que desaparezca el plasma mismo.
Anteriormente, los científicos de la Universidad de Harvard sugirieron que el bosón de Higgs podría acabar con el universo. Su desestabilización podría liberar una gran cantidad de energía que se tragaría todo lo que esté a su paso.