¿Pro o contra?
El 17 de julio, el Consejo internacional sobre transporte limpio publicó un informe sobre el daño al medioambiente de los aviones de pasajeros supersónicos. Según sus estimaciones, los motores de este tipo de aeronaves son un 40% más 'sucios' que los subsónicos por el escape de los óxidos de nitrógeno y un 70% por el del dióxido de carbono.
El informe se publicó durante el salón aeroespacial en Farnborough, donde uno de los principales temas fueron los vuelos supersónicos de pasajeros.
Según The Wall Street Journal, los partidarios y desarrolladores de los vuelos comerciales supersónicos son Boeing, Lockheed y las nuevas empresas estadounidenses como Boom.
"Es el futuro que nos prometieron", señaló Steven Isakowitz, presidente del centro de investigación Aerospace Corp.
Los expertos y los representantes de la industria consideran que el problema principal no son las limitaciones técnicas, sino el componente económico y comercial. La experiencia de los aviones supersónicos Tu-144 y Concorde muestran que los costos de combustible y mantenimiento anulan las ventajas de alta velocidad de estos aviones que cubrían la distancia entre Nueva York y Londres en tres horas y media.
Más alto, más rápido, más… caro
"¿Habrá suficientes pasajeros dispuestos a pagar más por la velocidad?": esta es la pregunta principal para la industria de aviación, según Dennis Muilenburg, director ejecutivo de Boeing.
En junio de este año, Boeing dio a conocer el proyecto del primer concepto hipersónico de transporte de pasajeros capaz de unir Londres y Nueva York en dos horas.
"Acabamos de presentar el concepto del nuevo vehículo hipersónico. Es un concepto que un día podría redefinir la aviación y conectar el mundo más rápido que nunca antes", comentó Dennis Muilenburg en su cuenta de Twitter.
Mientras tanto, la empresa Boom Technology Inc., financiada por Japan Airlines, ya tiene varios pedidos preliminares y asegura que comenzará las entregas en unos pocos años. La compañía tiene como objetivo reducir la duración de los vuelos transatlánticos a la mitad.
Al igual que el Concorde, el avión tendrá una sola clase. El proyecto se enfoca en pasajeros de alto poder adquisitivo.
Rusia también está buscando clientes similares. En enero de 2018, Vladímir Putin propuso hacer una versión para pasajeros del bombardero supersónico Tu-160. El nuevo avión podría convertirse en una aeronave de negocios para jeques árabes con un valor de hasta 150 millones de euros.
Es decir, a pesar de ciertos problemas económicos y la oposición de los ambientalistas, las autoridades de varios países apoyan la reactivación de la aviación civil supersónica. Es por esto que la Administración Federal de Aviación de EEUU ya está preparando una lista de reglas para vuelos supersónicos.