A pesar de que el 8% de la población mundial no es capaz de digerir bien el café por cuestiones genéticas, los granos de café en infusión son una bebida beneficiosa o, como mínimo, neutra para la mayoría de la gente.
"A ese 8% no le sienta bien tomar café y después sufre náuseas, taquicardias, dolores de cabeza y mareos", explica Goncharova.
La nutricionista explica a Sputnik que el consumo simultáneo de café y de cigarrillos es una combinación que fortalece el tránsito intestinal, pero que, a la vez, su consumo excesivo puede desembocar en trastornos como la epilepsia y la diarrea.
Si bien Goncharova recuerda que el café es un potente estimulante gracias a los altos niveles de cafeína presentes en los granos, "ese efecto se invierte si lo combinamos con alcohol y con ciertos tratamientos terapéuticos", de modo que, añade, "algunos de nosotros dormimos mejor después de unas cuantas tazas de café".
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