La joven había viajado sola a Francia para la boda de unos amigos con una escala en Londres, tras lo cual iba a viajar a Asia. Llevaba ropa de deporte y una mochila que decía: '¡Visita Tartaristán!' —uno de los sujetos federales de Rusia con capital en Kazán—. En Heathrow, le preguntaron varias veces qué significaba la palabra Tartaristán.
Actualización: Radmila eliminó el primer mensaje sobre el incidente en su Facebook tras consultar con sus abogados:
Не думала я, что окажусь в тюрьме, когда летела с пересадкой через Лондон на свадьбу друзей во Францию на выходные. Я бы…
Posted by Радмила Хакова on martes, 20 de febrero de 2018
Radmila reconoce que cometió un error al rellenar el formulario por la noche, cuando contestó que nunca había estado en Londres. Pero luego se acordó de que ya había visitado la zona de tránsito del aeropuerto británico antes y en seguida se corrigió. "¡No es ningún crimen!", comentó la mujer tártara.
La empleada le propuso seguirla y ambas salieron de la zona de tránsito. Fue entonces cuando cometió un 'crimen', sin saber. Su visado de EEUU todavía no estaba usado por lo cual no podía abandonar esta zona del aeropuerto.
"Una oficial de la guardia fronteriza me sacó de la zona de tránsito y me dijo: 'Estamos solucionando su problema. Sígame'. La seguí y esto sí fue un delito. Me enviaron a la prisión para migrantes, desde donde me escoltaron como delincuente hasta el punto final de mi viaje con mi pasaporte retenido con un sello correspondiente", escribió Radmila en su página de Facebook.
La muchacha —que ha trabajado en programas gubernamentales, proyectos culturales y medios de comunicación, es autora de un libro y activa usuaria de las redes sociales con un número total de unos 20.000 seguidores— desconoce la razón de por qué la empleada lo hizo.
"Viajo mucho, estuve en 30 países y nunca violé el régimen de visados", añadió.
Según Radmila, la trataron muy mal en la cárcel, donde no había ninguna persona de aspecto europeo.
"Las personas que me hablaron en Londres, se rieron de mí. Al alojarme en la cárcel en vez del hotel, me preguntaron varias veces: '¿Estás contenta ahora?'. Puede parecer divertido, pero fue humillante como todo el proceso. (…) Me despertaban cada hora para sacarme de un equilibrio psicológico".
Radmila está muy decepcionada e indignada por el comportamientos de los empleados del aeropuerto y espera averiguar por qué la deportaron como delincuente y pusieron un sello en el pasaporte, que posteriormente puede provocarle problemas a la hora de solicitar otros visados y cruzar otras fronteras.
"Creo que la razón de este desagradable error es el racismo y el odio de clase (no me parecía a ellos, y desafortunadamente no hablaba inglés tan bien como ellos ni tenía ningún signo reconocible de que perteneciera a 'su clase'). Surge una sensación de poder absoluto e impunidad de una posición 'más alta' del personal fronterizo del aeropuerto de Heathrow".
La joven ya envió una carta al Consejo Británico para solicitar su ayuda, a la Embajada de Rusia en Reino Unido, así como la Embajada de Reino Unido en Rusia. Radmila también tiene previsto escribir al alcalde de Londres.
"Gastaré el dinero que sea necesario para llevar este caso a la justicia, porque, aunque parezca inesperado, una joven de Tartaristán con ropa deportiva tiene dinero para un abogado y tiene sentido de justicia", resumió Radmila.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, reaccionó inmediatamente a la publicación de la ciudadana rusa y aseguró que la Embajada de Rusia en la capital británica se encargará del caso.
"Pero también me gustaría escuchar el comentario de los colegas británicos tanto en Moscú como en su lugar principal de ubicación, sobre esta historia. Quizás Boris Johnson preste su atención en el caso. ¡Pues es posible que se trate de una discriminación a nivel nacional! (…) Pero aún más me gustaría atraer la atención de la BBC y su departamento ruso", comentó Zajárova en Facebook.