Este complejo robótico es capaz de determinar en tiempo real qué dirección es potencialmente peligrosa, además de planear el contrataque y permitir a los militares rusos crear un sistema de defensa antitanque inteligente.
Según informó al medio una fuente dentro del Ministerio de Defensa de Rusia, los primeros sistemas 83T289-1 Zavet se basarán en los vehículos blindados BMP-3. La única diferencia es que los cañones de 100 y 30 milímetros serán sustituidos por sistemas de observación. Al mismo tiempo, Zavet será dotado de una ametralladora de gran calibre, además de varios sistemas de gestión y de comunicaciones.
La primera línea del sistema contará con los sistemas de largo alcance Khrizantema —equipados con herramientas ópticas y electrónicas, así como radares—, capaces de alcanzar sus objetivos en cualquier momento del día y de la noche y bajo cualquier condición climática, en un radio de hasta seis kilómetros. En la segunda línea de combate se encontrarán los sistemas antitanques Kornet, que tienen un alcance máximo de 5 kilómetros.
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Según declaró a Izvestia el especialista en materia militar Alexéi Leonkov, los sistemas automatizados que gestionan varios tipos de armamento aumentan en gran medida su eficacia. El Ejército de Rusia ya tiene varios sistemas de inteligencia y combate robotizados.
"Los sistemas de gestión pueden ser fácilmente integrados entre sí", destacó. Asimismo, informó que durante la creación del nuevo complejo, los ingenieros rusos han tenido en cuenta la experiencia militar de estos sistemas en la guerra siria.
El primer sistema automatizado de gestión de tropas, bautizado Maniovr, entró en servicio del Ejército de la URSS en 1983. En 2000, los ingenieros militares rusos diseñaron el sistema Poliot-K, diseñado para controlar las actividades de las unidades de las Fuerzas Aerotransportadas. En 2009, se puso en prueba por primera vez el sistema de gestión de unidades tácticas, el ESU T3.