¿Pero qué es el Reloj del Juicio Final?
Este reloj con un nombre tan amenazador es un invento del Bulletin of the Atomic Scientists —en español, Boletín de los Científicos Atómicos— para recordar al mundo lo cerca que está del Juicio Final.
Cuando se creó, en 1947, sus manillas comenzaron señalando siete minutos para el Juicio Final. Dos años más tarde, cuando la Unión Soviética llevó a cabo el primer ensayo de su bomba, el minutero pasó a marcar tres minutos para el fin del mundo. En 1953, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética pusieron a prueba sus primeras armas termonucleares, pasó a mostrar dos minutos para el desastre total.
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Solo ahora, en enero de 2018, los creadores del reloj han vuelto a adelantar el minutero, que vuelve a marcar dos minutos para la medianoche.
Los segundos que se han de adelantar o retrasar los decide un grupo de 19 miembros del Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín, entre los que se encuentran reconocidos expertos en seguridad nacional y 15 premios Nobel. Desde 2007, el reloj no ha parado de acercarse a la temible fecha.
No solo bombas
Desde 1960, las manillas del reloj se han ido adelantando y retrasando. En 1991 logró marcar 17 minutos para la medianoche, lejos de los dos de hacía años y teniendo en cuenta la reducción de la tensión entre las dos superpotencias.
En 2017 se añadieron también otras amenazas, como la guerra electrónica y la inteligencia artificial. Según sus creadores, ya no es posible limitar las amenazas que acechan a la humanidad a las armas nucleares, por lo que es necesario ir actualizando la lista.
Más que un medidor
Sin embargo, no se debe considerar el Reloj del Fin del Mundo como la ocurrencia de un pequeño grupo de expertos que quiere mostrar su opinión sobre lo cerca que está la humanidad de su fin. Sus expertos también asesoran sobre cómo reducir y mitigar esas amenazas y retrasar el minutero. Como en 2017 cuando, mediante un informe, recomendaron a Estados Unidos y a Rusia sentarse en la misma mesa y resolver sus problemas y aliviar tensiones.
Ahora, en 2018, los últimos acontecimientos en la península de Corea, la retórica arrogante de Donald Trump y Kim Jong-un, las tensiones en el sur de China, el incremento del armamento atómico en Pakistán y en la India, las dudas de que EEUU continúe en el pacto nuclear con Irán y el mal estado de las relaciones entre Washington y Moscú han hecho que vuelvan a faltar solo dos peligrosos minutos para el fin del mundo. Igual que durante la Guerra Fría.
"Estamos muy preocupados por la línea que está siguiendo Estados Unidos y por los comentarios faltos de templanza por parte del presidente", dijo a la agencia EFE la presidente del Boletín de Científicos Atómicos, Rachen Bronson.
También añadió que, si bien están acostumbrados "a la retórica de Corea del Norte", no lo están "a que Estados Unidos responda".