Paul Craig Roberts compartió la opinión del líder iraní pero añadió que "dado que el dólar estadounidense es moneda de reserva, Washington puede crear todo el dinero que necesite para desestabilizar a Irán".
"Con el fin de desestabilizar un país, imponerle sanciones u otras acciones hostiles, es una práctica estándar para Washington financiar organizaciones no gubernamentales de "reforma". Los miembros de estas organizaciones son luego enviados a protestar y cuando comienzan las protestas, Washington envía violencia", explicó el analista.
Según Roberts, Irán no es el único país objetivo. "También lo son Rusia, China, Venezuela, Corea del Norte y todos los países que tienen una política exterior independiente. Washington es hegemónico en su punto de vista y le molesta cualquier límite a su unilateralismo", subrayó.
Para Roberts, teniendo en cuenta las acciones de Washington contra Honduras, Venezuela, Serbia, Libia, Irak, Siria, Ucrania, etc., "es una completa estupidez que cualquier iraní se involucre en protestas contra el Gobierno".
"Solo un tonto ayudaría a Washington a convertir a Irán en un caos tal como lo hizo con Irak. Además, no tiene sentido protestar contra el Gobierno iraní por las dificultades impuestas por las sanciones de Washington. Es difícil creer que los iraníes sean tan estúpidos que no entiendan la fuente de sus dificultades. Como no creo que los iraníes sean estúpidos, concluyo que los manifestantes fueron manipulados y/o pagados para protestar por ONGs financiadas desde el extranjero, al igual que la protesta de Maidán en Kiev", concluyó.
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