Sputnik te presenta la lista de las especies que pierden la vida tras el apareamiento.
Antequino australiano (ratón marsupial dentón)
Este roedor se prepara por mucho tiempo para el acto sexual —que dura hasta 12 horas—. No obstante, pierde tanta energía durante el apareamiento que su sistema inmune queda totalmente destruido y el animalito muere por estrés y malnutrición. Esto también afecta a las zarigüeyas brasileñas, que solo se reproducen una vez en la vida.
Este insecto es conocido por su afición al llamado canibalismo sexual. Las hembras de esta especie suelen comerse a sus parejas después —o incluso durante— el coito. Según un estudio, cerca del 63% de la dieta de las hembras de mantis se basa en especímenes macho. Pero, ¿cuál es la razón de este extraño fenómeno? Por lo visto, al devorar la parte superior del cuerpo de su pareja, la hembra obtiene una dosis de proteínas necesaria para poner más huevos.
Salmón
Algunos de los representantes de la familia de los salmónidos mueren poco después de reproducirse. Tras un largo recorrido río arriba vierten sus huevos, tras lo cual comienzan a envejecer rápidamente y a morir. Este fenómeno tiene gran importancia para el ecosistema, ya que los cuerpos de los peces muertos liberan sustancias necesarias para que se mantenga la cadena ecológica —como el nitrógeno o el fósforo—. Es por eso que, por ejemplo en Canadá, los bosques cercanos a los ríos en los que procrean salmónidos son más densos que los demás.
Araña pescadora
El coito resulta ser tan estresante para los machos de la araña pescadora —de la familia pisauridae— que suelen morir por hipertensión arterial una vez terminado el apareamiento. A su vez, las hembras aprovechan esta oportunidad para comerse a su 'nutritiva' pareja.
Abejas
Las abejas macho de una colmena, conocidas como zánganos, solo nacen para fecundar a la abeja reina, tras lo cual mueren, dado que se desprenden de sus aparatos genitales.