El 9 de mayo de 2015, durante la marcha militar en honor al 70 aniversario de la victoria sobre el nazismo, el mundo vio por primera vez los últimos tanques rusos T-14 Armata. Hasta el día de hoy, estos tanques de 50 toneladas son considerados las máquinas de guerra más modernas del mundo, afirma el medio alemán Focus. Y mientras algunos países de la OTAN se han comprometido a crear un adversario digno para el tanque ruso, otros optan por modernizar los existentes.
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Para entender mejor qué tan acertada es la valoración del medio alemán, Sputnik consultó al analista militar del medio Komsomolskaya Pravda, el coronel retirado Víktor Baranets. Según el experto, en Rusia conocen bien el programa de modernización del Challenger 2, pero hasta el momento este no representa un peligro vital para el T-14 ruso, ya que son de generaciones totalmente diferentes.
"El concepto del tanque [británico Black Night] sigue siendo igual, simplemente que le han agregado mucha electrónica, un control de clima. Pero el cañón sigue siendo el mismo y la ametralladora también. Eso sí, su motor ha sido mejorado con muchos caballos de fuerza", explica Baranets.
En sus palabras, así y todo, la nueva modificación no es capaz ni siquiera de acercarse al Armata ruso, ya que su sistema de combate es considerado por muchos como obsoleto, incapaz de penetrar blindados modernos, como el del T-14. "Ellos fabrican municiones de segunda y tercera generación. Nosotros ya hemos pasado esa etapa hace mucho tiempo", sentencia.
"No puedo revelar muchos detalles sobre el Armata, pero he estado sentado en su cabina y puedo decir que la primera impresión que da es que ese tanque llegó del espacio. Queda trabajar sobre algunos detalles y pronto comenzará su producción en masa. Y les adelantaré algo: hay planes de ponerlo a prueba en condiciones de combate real", anticipó el militar.
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Al día de hoy, el tanque T-14 Armata es el único blindado de combate de tercera generación. Los trabajos de diseño comenzaron en 2010. La máquina puede ser equipada con unos cañones de ánima lisa 2A82 de 125 mm o 2A83 de 152 mm. Detrás de su fuerte armadura, se encuentra una cápsula blindada y totalmente aislada del resto de la máquina. Su sistema de soporte vital es capaz de preservar la vida de la tripulación incluso si la propia máquina es dañada y su compartimiento de municiones explota. De ser necesario, el T-14 puede ser equipado con un sistema de control remoto y funcionar autónomamente.