Miles de trabajadores públicos británicos salieron hoy a las calles de sus ciudades para manifestarse contra la reforma de pensiones, informó un corresponsal de RIA Novosti.
En las protestas participan cuatro sindicatos británicos que agrupan entre 600.000 y 750.000 personas. Como resultado, fue cerrada más de la mitad de escuelas en Inglaterra y Gales y suspendidas las clases en 350 colegios y 75 universidades del país.
También quedaron cerrados los juzgados, oficinas de empleo, centros de asistencia social y museos públicos, entre otros establecimientos.
Los mítines y piquetes fueron convocados en muchas ciudades incluidas las tan importantes como Londres, Manchester, Birmingham, Liverpool, Edimburgo y Belfast.
Los sindicados no están de acuerdo con el plan de reforma de pensiones propuesto por el Gobierno, que quiere subir la edad de jubilación y aumentar las aportaciones que deben hacer los trabajadores a los programas de pensiones.
El Gobierno ya anunció estar dispuesto a buscar una fórmula de compromiso y condenó las protestas. La oficina del primer ministro británico ha exhortado a los establecimientos públicos a "volver al régimen habitual de trabajo".