Moscú, 5 de mayo, RIA Novosti. El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, descarta la extradición del depuesto mandatario de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, a quien el nuevo Gobierno kirguís responsabiliza de casi 90 muertos y 1.500 heridos durante las protestas del pasado 7 de abril en Bishkek.
En declaraciones a Reuters, Lukashenko señaló ayer que "el presidente de Kirguizistán está bajo la protección del Estado (bielorruso) y la mía personal". La solicitud de extradición sería "inútil y humillante para el Gobierno provisional", agregó.
Un decreto emitido anteriormente por el nuevo Gabinete kirguís afirma que "el brutal fusilamiento de civiles con el uso simultáneo del gas lacrimógeno, balas de goma y armas automáticas (...) se produjo con el consentimiento de Bakíev".
El documento califica la actuación del ex dirigente kirguís como "delito de máxima gravedad" que le despoja de inmunidad y recomienda a la Fiscalía General tomar las medidas necesarias para garantizar su extradición y someterlo a juicio.